Me parece lamentable que reportajes telesivos o artículos que se escriben en la prensa que hablan de los padres en otros deportes, los queramos extrapolar al mundo de baloncesto, con la única intención de cargar las tintas sobre los mismos, parece que escuece y mucho el que los padres participemos en nuestros clubs, incluso que tengamos nuestras blogs para poder expresar nuestros sentimientos.
Siempre entendí y así lo creo, que el deporte del baloncesto era y es otra cosa, pues hace ya bastantes años era un deporte, que solo podía practicarse en aquellos colegios de pago, que disponían de las canchas bien exteriores o cerradas, y a las que en aquellos tiempos solo podían permitírselo unos pocos, hoy gracias a dios las cosas han cambiado y es un deporte cercano a todos los niños sea cual sea la condición económica de sus padres, de hecho este es un deporte donde la caballerosidad esta por encima del juego, y me refiero tanto a chicos como padres, otra de las cosas que hace diferente a este deporte es, que los que suelen practicarlo, son aquellos que casi siempre acaban con una carrera universitaria.
Tampoco me parece justo extrapolar a las aulas las consecuencias de falta de respeto a los profesorados o a los propios compañeros, yo casi me atrevería a decir que esos chicos provienen en su mayoría de familias desestructuradas o bien de familias demasiado permisivas con sus hijos, pero esos son unos pocos, lo que ocurre es que cuando dan las noticias por la tele parece que todos sean iguales, ya se sabe en la viña del SEÑOR hay de todo, lo que no me parece justo es que se diga que los padres tenemos la culpa, ¿que es lo que se pretende volver a los años 50 con aquello de la vara de mando, y en el colegio lo de “las letras con sangre entran”?.
Con todo esto no quiero decir, que a los chicos, se lo debamos permitir todo, pero la vida va cambiando para bien o para mal, yo creo que en muchos casos para bien.
Con lo del tema arbitral estoy de acuerdo en que todos nos pasamos un poco a la hora de presionarlos, pero habría que diferenciar que solo son unos pocos energúmenos los que insultan desaforadamente, los entrenadores están en su papel así como el arbitro y yo creo que es licito que el entrenador haga las apreciaciones que crea oportunas dentro de lo que permite el reglamento, ahora bien no estaría mal enseñar a esos futuros árbitros que en las canchas van a ver de todo y tienen que enseñarles como afrontar las situaciones, y eso los hará mas curtidos en todas las batallas, metafóricamente hablando, no apruebo para nada los insultos, pero si me reservo mi derecho como espectador a hacer reclamaciones que crea oportunas a mi parecer.
Tal vez quienes esgrimen estos artículos o reportajes en televisión, Para hacer mas grande su postulado de ser el que mas sabe, y que los padres somos los culpables, debieran hacer una reflexión, por si lo que hemos hecho antes es reprobatorio, pues es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno que una viga de hierro en el nuestro, yo no se quien llamo cucaracha a una compañera, quien le puso la chapita en el lomo a MARCOS GAONA de junior, para proteger a alguien, quien critica a otras federaciones, quien critica a los comentaristas de la 7RM en los partidos de baloncesto, postulándose entre líneas como comentarista, creo que ya esta bien de estar echando las culpas a los demás cuando algunos tenemos mucho por lo que callar, pero claro se me olvidaba que todos somos padres.
Y quien dice que no debemos ilusionarnos ante la posibilidad de que algunos de nuestros chicos, pueda ser un deportista de elite, tal vez tampoco deberíamos ilusionarnos con que saquen una buena carrera, como un doctorado por la universidad de MURCIA, o no deberíamos ilusionarnos con que nos toque la lotería, las quinielas etc.….
Por ultimo me gustaría recalcar, que la proliferación de estos blogs virtuales, no son patrimonio de unos pocos, y que si hay mas de siete millones de lectores de este tipo de blogs, será porque les interesa lo que se escribe, haber si solo van a poder escribir aquellos que tienen un EGO tan grande, que necesitan estar solos, para que se les lea mas, lo que decía en otra entrada “el ombligo del mundo”, al final os dejare el famoso articulo de la verdad para los que no halláis tenido la oportunidad de leerlo.
Os dejo artículo, de la verdad, para aquellos que no pudisteis leerlo.
Quieren figuras antes que jugadores, 'messis' antes que 'pepes'. El dedo apunta y apunta a ellos: los padres, que con su actitud eruptiva, vehemente de más, hacen del campo un ring e incendian los partidos. Insultos, vociferaciones, quejas. La munición es inagotable y se sirve subida de tono. Llegado un momento el niño atiende más al padre que al balón, se siente presionado y acaba inflamado por la metralla que le llega de la grada. Salta la chispa. Una falta casi inapreciable, un roce mínimo, cualquier lance del juego ya no es lance, sino mecha. El niño, aturdido primero, hierve después. Llega el rifirrafe, la gresca. Se arma el taco. Así ocurre hasta en un 80% de los casos. La mecha existe y se sabe quién empuña el mechero: ¿Los propios jugadores? No. Los mismos padres.
El gran número de conflictos en el deporte infantil, con casos tan frecuentes como virulentos, hizo saltar las alarmas en la Federación Regional de Fútbol, que hace un año puso en marcha una campaña para educar a los padres. Las quejas de los clubes eran torrenciales. No podían hacer nada. «Un año después hemos constatado lo que nos temíamos: los padres son el principal problema. Hasta un 80% de los tumultos nacen en ellos», dice Bartolomé Molino, presidente del Comité Antiviolencia y principal responsable de la campaña, respaldada también por la Dirección General de Deportes.
Una pila de informes, y un año da para muchos, no deja lugar a dudas. Hasta diez informadores se encargan cada semana de 'taquigrafiar' los campos de la Región, en partidos que van desde Preferente hasta las categorías de menor edad. Escogen los campos al azar y sin previo aviso. Nadie en el club lo sabe. Durante el partido recogen lo que se dice, se quedan con quién, atienden si también los directivos o empleados del club incitan a actitudes reprensibles. Con todo ello elaboran un informe que el Comité Antiviolencia analiza cada semana.
El único problema es que el Comité no tiene capacidad coercitiva sobre los padres: «No podemos actuar directamente sobre ellos. Lo que hacemos es dar un aviso al club para que tome medidas. Si la violencia parte de un directivo o un jugador, entonces sí actuamos. Proponemos sanciones», dice Molino.
Un dato curioso: «Aun a riesgo de que me tachen de machista, los informes prueban que las madres, en un alto grado, son más viscerales que los padres. Gritan más y de forma más desaforada porque comprenden menos que su hijo está en un deporte de contacto, donde existen faltas, roces o pequeños encontronazos». En categorías inferiores los campos son pequeños y el público escaso. Resultado: todo se oye, nada escapa al oído. «Hay insultos para todos los gustos», aclara Molino. ¡Dale fuerte! es uno de los 'gritos de guerra' más oídos. No es el que peor suena, porque no es un insulto, pero encierra más hostilidad que cualquiera de ellos, porque incita a una agresión directa.
El grito de auxilio llega muchas veces de los propios clubes, en ocasiones reductos de tamaño poco más que familiar en el que hay demasiada confianza para la reprimenda. «No se atreven. Muchas veces son clubes donde se conocen todos, jugadores, directivos y padres. No quieren meterse en problemas con el vecino al que luego ven todos los días en la calle», explica el presidente del Comité Antiviolencia.
También charlas
¿Qué hacer entonces? Tachada la casilla de multa, queda agarrarse a la palabra: educar. La campaña de la Federación se ha completado con charlas a los padres en las escuelas que lo han pedido. «Hay que concienciar. No nos queda otro remedio. Hacer ver a los padres que una actitud beligerante en la grada no ayuda al niño, más bien lo frena», dice Molino.
Más que en un campo, el niño juega al fondo de una olla a presión. Los informes lo refrendan: el padre espectador es en muchos casos un padre en pie de guerra. Sus gritos son de todo menos didácticos, porque no ayudan al jugador, lo encrespan y a una edad que necesita aprender antes que ganar. Donde debería tener un profesor, hay un chillido. El peor ejemplo.
Se nota que estás creciendo. Te estás haciendo grande. Sigue así Miguel; todo lo que has dicho hasta ahora son verdades como templos. Todo mi apoyo hacia tí.
ResponderEliminarLástima que no quieras tocar el tema de las selecciones, porque leyendo a los blogueros de la Región, me acordé de un juego al que jugabamos hace ya mas de 40 años, y le llamabamos "CAMPO O FUERA".
Este juego consistía en que llegabamos un grupo de chavales a la replaceta del barrio, y ya estaban jugando al futbol otros chavales, les deciamos si nos dejaban entrar y si nos decian que no, les deciamos "CAMPO O FUERA" y entonces jugabamos un partidillo entre los que estaban y los que llegabamos y los que perdían dejaban de jugar y el campo ("la replaceta")se la quedaban aquellos que habían ganado ese partidillo.
Esto lo podriamos pasar a la selección cadete; vamos a decirle a Felipe, que con los 6 chavales que han mejorado tanto en estos dos últimos años (yo diría que son tres, pero bueno) y que son nuevos en la selección haga un equipo y juegue un partidillo con otros 6 chavales que reclutemos en la Región y que no estén en la selección, hacemos 4 equipillos de tres jugadores y jugamos un 3x3, y aquellos que ganen se quedan en la selección y los que pierdan se van a su casa.
¿Aceptaría el reto?
Slds a todos tus lectores amigos que son muchos, y no 2 ó 3 como se comentaba en algun otro blog. Algunos adultos pero de dos o tres clubs pueden ser tus enemigos, y yo creo que al resto le caes bién, y eso es mucha gente.